FIRENZE
Queridos seguidores y seguidoras, hoy vengo con nueva mandanga, lo de nuevo es ironia, porque ya sabeis que últimamente estoy trayendo viejunadas, que es lo que me mola. Hoy quería hablaros de Firenze, un euro de gestión de recursos que me ha encandilado.
En este juego nos convertimos en maestros constructores que intentamos cumplir los encargos para erigir diferentes torres en la ciudad. Para ello iremos seleccionando una serie de cartas que nos darán recursos y beneficios, y cuando veamos que es el momento oportuno, canjearemos estos recursos para cumplir el encargo de alguna altura de una de las torres disponibles. El que antes complete sus encargos se llevará una bonificación, y detonará el final de partida, dando la victoria al que más prestigio haya acumulado.
Un euro familiar que mezcla varias mecánicas, como son la gestión de mano, las mayorías, gestión de recursos... Tiene además una producción muy cuidada, es muy chulo el apilar tus ladrillitos de colores y ver como eso va ganando altura, y luego la pizca de interacción con mucha maldad que tiene el juego. Hay buena variedad de cartas, y dentro de ellas, hay unas cuantas para directamente fastidiar al o los rivales. Esto es sin duda lo mejor del juego jajaj.
Nos ponemos la chaqueta de capataz de obra y al lío!!
Nº jugadores: 2-4
Duración de la partida: 60 min
Autor: Andreas Steding (Hansa Teutónica, Norenberc...)
Editorial: Quined Games
Año de publicación: 2010
Complejidad: 2.55/5
Precio: 45€
Componentes
- Tablero de juego
- 88 ladrillos en diferentes cantidades (blancos>amarillos>verdes>rojos>azules>morados)
- 52 cartas de acción
- 8 cartas de resumen
- 4 lugares de construcción (tableros de jugador)
- 4 marcadores de prestigio (en 4 colores)
- 36 sellos (en 4 colores)
- 7 sellos neutrales
- 4 sellos pequeños (en 4 colores)
- 19 losetas de balcón
- 4 losetas de nivel
- 1 loseta de final de juego
- 1 bolsa de tela
- 1 hoja resumen de las cartas de acción
- 1 reglamento no traducido a español (adjunto traducción)
(pulsar esquina dcha para ampliar)
Componentes muy chulos y muy coloridos. A los pinceles esta Michael Menzen, que es un verdadero artista, y todo es de buena calidad. Sólo una salvedad, el juego si no me equivoco no se ha editado en nuestro país, por lo que hay que tirar de importación, y en las primeras ediciones las cartas tienen texto y si que es dependiente del idioma, pero la edición que tengo yo, la de Quined Games, que es de las últimas, han sustituido el texto por iconografía, por lo que es independiente de idioma. Es un detalle importante a tener en cuenta.
Preparación del juego
Se coloca el tablero de juego en el centro de la mesa. Se colocan las 4 losetas de nivel en los espacios destinados a ello en el tablero. Se sitúa lo loseta de final de juego en la parte superior del tablero. Se barajan bocabajo las losetas de balcón, y se seleccionan al azar 4, una de cada tipo y se colocan en sus respectivas alturas en las torres correspondientes.
A continuación, se cogen 5 sellos neutrales y se colocan como uno quiera en pisos de las diferentes torres que estén libres, teniendo en cuenta que es mejor que no haya más de 2 (balcón y/o sello neutral) en cada torre, y que al menos 2-3 tienen que estar en los niveles 3-4 de las torres.
Luego cada jugador coge un lugar de construcción, una carta resumen, un sello pequeño del color deseado que coloca encima de su tablerito, un marcador de prestigio que coloca en la casilla 0 del track de prestigio, y un nº de sellos del color deseado según el nº de jugadores en partida, 9, 7 ó 6 si sois 2, 3 ó 4 jugadores.
El jugador inicial recibe 2 ladrillos blancos, el segundo 3, y así... Y los colocan debajo de su lugar de construcción (almacén). En la primera partida se recomienda sacar la carta Campanile (Campanario) del mazo de cartas. Además, se separan las 10 cartas de inicio, se baraja el mazo de cartas de acción, se coloca bocabajo en su zona desiganada en el tablero y se le coloca encima bocabajo las 10 cartas de inicio barajadas.
Antes de comenzar, se saca una a una las cartas necesarias para cubrir de izq a dcha la fila de cartas del tablero, y después se colocan al azar 4 ladrillos, sacados de la bolsa de tela, sobre cada carta.
Ya podemos comenzar!!!
Antes de comenzar a explicar cómo se juega, voy a describir un poco las torres, que es el eje principal del juego. En el tablero tenemos 6 torres, una de cada color, con 6 niveles cada una. En cada altura hay un nº en el lateral izq que indica la cantidad de ladrillos de ese color que debemos gastar para cumplir el encargo, y en la parte frontal aparecen los ptos de prestigio que nos otorga (PP). En la parte más alta hay una banderita con un nº, este indica los PP que se lleva el jugador que tenga la mayoría de encargos en esa torre al final del juego. Las losetas de balcón que haya sobre algún nivel de alguna torre, otorgan PP extras para el que consiga el encargo, pero deben hacerse en un orden concreto: I>II>III>IV. Hasta que un jugador no consiga el balcón I, ningún jugador puede realizar el encargo del balcón II.
Dicho esto, el juego se desarrolla a lo largo de un nº indeterminado de rondas, en las que los jugadores alternarán turnos. El turno está dividido en 6 fases:
Marcadores varios |
- Elegir una carta (obligatorio): El jugador debe adquirir una de las 6 cartas de la fila. La primera de la izq es gratis, las demás conllevan un coste, conforme más a la dcha más cara. Para cogerla, el jugador debe depositar un ladrillo en cada carta que esté a la izq de la deseada. Los ladrillos provienen del almacén del jugador, y da igual de que color sean. Una vez pagado el coste, el jugador coge los ladrillos de encima de la carta y los deposita en su almacén, con la carta dependiendo del tipo de la misma hará una acción u otra:
- Cartas de evento: Se ejecutan en el momento de adquirirlas y se dejan en la pila de descartes.
- Cartas de personal: Se llevan a la mano del jugador. Se pueden jugar en ese mismo instante o en algún turno posterior.
- Cartas de celebración: Van a la mano del jugador donde permanecerán hasta el final de la partida.
- Cartas de construcción: Van a la zona del jugador y le otorgan un beneficio permanente. El jugador no puede tener dos cartas de construcción iguales.
- Cartas de iglesia: Se colocan en uno de los espacios libres destinados a ello en el tablero. Otorgan un beneficio al jugador que consiga primero un objetivo.
Las cartas son el otro eje del juego, tenemos cartas que nos permiten intercambiar ladrillos con los del otro jugador, otras nos permiten quitarle un ladrillo de una torre a un jugador, otras nos abaratan los costes de construcción, otras nos sirven para descartar cartas de nuestra mano, otras directamente nos hacen derruir una torre nuestra, o nos hacen perder PP, otras nos permiten coger cartas gratis...
Mano del jugador |
- Intercambiar ladrillos (opcional): Una vez por turno el jugador puede cambiar 3 ladrillos cualesquiera de su almacén por uno que se encuentre encima de alguna carta de la fila del tablero.
- Construir torres (opcional): El jugador puede emplear ladrillos de su almacén para construir torres. Cada ladrillo es un nivel. Las torres pueden ser de un solo color, y se pueden erigir nuevas torres o ampliar torres ya comenzadas. Por cada ladrillo que queramos construir debemos pagar un coste, los 2 primeros son gratis, y máximo se pueden colocar 6 ladrillos. Los costes se pagan en forma de ladrillos del almacén a la bolsa de tela, independientemente del color.
- Derribar construcciones abandonadas (obligatorio): Todas las torres del jugador que estaban en construcción al principio del turno del jugador, y no han sido ampliadas este turno, se consideran abandonadas. En tal caso se colocan la mitad de los ladrillos redondeando hacia arriba en la bolsa, y la otra mitad vuelven al almacén. No nos podemos descuidar con lo que tengamos empezado!!
Vista de las torres del jugador |
- Completar encargos (opcional): El jugador puede canjear una o más torres construidas en su zona de construcción por algún encargo de las torres del tablero. El nº del nivel de la torre del tablero en cuestión debe coincidir con el nº de ladrillos de la torre del jugador. En ese caso el jugador coloca un marcador en el nivel de la torre libre que quiere completar, devuelve a la bolsa los ladrillos de la torre empleada y obtiene el nº de PP indicado en el nivel de la torre completado. En ese momento el jugador debe compribar si recibe una bonificación de nivel, si es el primero en completar algún encargo marcado en alguna de las fichas de bonificación, se la lleva y anota esos PP.
- Comprobar máximos permitidos: Al finalizar el turno no se pueden tener más de 10 ladrillos en el almacén, de ser así deben descartarse a la bolsa, y no se puede tener entre la mano y cartas de construcción más de 5 cartas, en caso contrario se deben descartar. No se pueden descartar ni cuentan para el límite de mano las cartas de celebración.
Partida on fire!! |
Final del juego
El jugador que coloque su último sello detona el final de partida. Se lleva la loseta de final de juego que le otorga 5 PP y el resto de jugadores tienen un turno más. Después de este se hace el recuento final:
- Se determina quién se ha llevado la mayoría de encargos en cada torre. El que tenga la mayoría se lleva los PP marcados en la bandera de cada torre. En caso de empate se lo lleva el jugador que haya hecho el encargo más alto en la torre.
- Cada jugador puntúa sus cartas de celebración
El jugador que acabe con más PP será el vencedor. No hay desempates.
Carta de celebración |
Conclusión
Firenze me ha parecido un euro medio redondo. Es el típico juego que no innova en nada, pero que funciona como un tiro y siempre deja buenas sensaciones al acabar una partida. Además la duración es súper ajustada, así que tiene mis dieses.
Pero se pisará con algún otro euro de mi ludoteca? vamos a ver en qué destaca este juego.
Tiene dos ejes principales sobre los que desarrolla todo el juego. El primero son las torres del tablero, los encargos. Vale la pena al empezar la partida perder un rato mirando cómo están dispuestos los balcones y como vienen los ladrillos en la fila de cartas, para hacerte una planificación. En este juego se te bonifica por bastantes cosas, y transmite unas sensaciones de carrera brutales. Obviamente a más jugadores más lucha y más pique, y voy a enlazar esto con el comentario de su escalabilidad, que es muy correcta. Se puede disfrutar en pareja porque mantiene tensión (y es mucho más táctico), y a 4 es una lucha encarnizada.
Vista del tablero de juego |
El otro eje del juego son las cartas, las cuales nos van a dar efectos muy variados. Algunos de ellos afectarán a todos los jugadores, otras directamente nos servirán para fastidiar a algún rival y otras nos darán ventajas. Es muy importante saber valorar qué carta es la que más nos conviene en cada turno, y guardar algunos ladrillos en el almacén para poder pagar los posibles costes. A veces hay algunas cartas que sin ser tan atractivas, van acumulando ladrillos encima, y a posteriori merece la pena cogerlas sólo por los ladrillos que traen. Y hay que evitar obviamente, las cartas que nos hacen pupa. Aunque a veces no habrá más remedio, porque no tengamos ladrillos para pagar, que coger estas dichosas cartas. En ese momento nuestra única vía de escape será conseguir la carta de Patricio, para poder descartar alguna de estas cartas que nos restan PP. Además el propio juego nos aprieta en el sentido de que no podemos dejar de ampliar ningún turno las torres que tenemos construidas, porque si no hay que derruirlas, y esto que parece una chorrada, hace que sea muy difícil tener más de 2 torres empezadas, y que tengamos que poner los ojos en determinados ladrillos de unos colores determinados, para evitar esta catástrofe. Es verdad que siempre tenemos la opción loser del cambio 3 a 1, pero no es nada eficiente.
Zona de construcción del jugador |
Y poco más tiene el juego, son pocas reglas pero hace que Firenze sea un diseño muy elegante.
Visualmente estamos hablando de un juego que entra por los ojos desde el principio, por el arte de las cartas y el tablero, y por las formaciones de torres en 3D. Muy chulo.
El azar en este juego no impacta demasiado, ya que disponemos de una batería de 6 cartas visibles, y un porrón de ladrillos a nuestra disposición, por lo que es difícil que no nos encaje ninguna opción, y luego sólo cuenta el buen hacer de cada jugador.
En cuanto a su rejugabilidad, quizá este sea el punto más débil del juego, ya que no ofrece variantes, ni modo avanzado. Y en todas las partidas se van a ver unas cuantas cartas del mazo, las cuales en 2-3 partidas nos conoceremos todas.
Partida en juego |
En cuanto a la pregunta del principio, al no ser un juego innovador ni en mecánicas ni en temática, si que tiene algún juego parecido, uno que por tema es muy similar es el Asara (reseña) de la Doble K, que también consiste en levantar torres, sin embargo la mecánica de conseguir las piezas de éstas no tiene nada que ver. Otro que en cuanto a gestión de recursos y cumplimiento de encargos se podría parecer, es el Stone Age (reseña), que mecánicamente no tiene nada que ver, pero es una gestión de recursos de un peso similar. Yo creo que no se pisa con estos juegos en una ludoteca, pero las sensaciones que nos dejará serán muy similares. Es un ejercicio de optimización bastante familiar y que dejará buen sabor de boca siempre. Quizá lo que más lo diferencie de otros euros de gestión de recursos, es el punto de interacción que tiene, que para mi es de lo mejorcito del juego. Eso de poder destruirle torres a los rivales, o de poder intercambiarles ladrillos, o directamente robarles ladrillos a los demás... Esto para los que nos gusta la interacción es una maravilla jajaj.
Un gran euro clásico de estilo alemán, que aprieta y en el que se disfruta cada partida.
Puntuación
Valoración general del juego: 8/10
Os dejo aquí el enlace de la Boardgamegeek:
Un buen eurogame clásico para los amantes de la gestión.
Espero que os haya gustado.
Hasta otra!!
Buen juego, el toque de maldad con las cartas en su momento justo, como poner el Campanile cuando alguien llega a 7 en alguna torre.......
ResponderEliminarOtro con un buen toque de maldad y tambien editado por quined es el Vanuatu. Deshacer un turno de un rival por completo no tiene precio.
Un saludo
Muy buenas! Coincido 100% con lo que comentas, cada vez me gustan más los juegos con algo de interacción. El Vanuatu lo he mirado varias veces, pero nunca me ha llamada como para pillarlo. Le volveré a echar un vistazo.
EliminarGracias por el comentario!!